“Lo mejor para una persona que tartamudea es darle tiempo y tratarlo con naturalidad”

La Fonoaudióloga Silvana Perfumo explica a la tartamudez no como un trastorno sino como un modo de comunicación y destaca la importancia de que niñas y niños no se sientan como malhablantes.

silvanaperfumo

El 22 de octubre se celebra el Día Internacional de la Conciencia del Tartamudeo. Si bien hay muchas formas de definir a la tartamudez se puede entender como la situación en la que una persona habla y los sonidos, sílabas o palabras se repiten o duran más tiempo de lo normal. Estos problemas causan una ruptura en el flujo del lenguaje, (disfluencia o falta de fluidez).

La Fonoaudióloga Silvana Perfumo integra el Grupo Comunicación Fluida Tartamudez (antes Fundación para la Tartamudez) y explica que este grupo ve a la tartamudez “como una dificultad comunicativa que se origina entre el sujeto y el mundo. Es un modo de funcionamiento lingüístico discursivo que se estructura alrededor de una imagen estigmatizada de mal hablante y que se desarrolla alrededor de una ideología del buen hablar”. 

En cuanto a las causas de la tartamudez hay muchas hipótesis. Lo que sí está claro es que es que data de épocas antiguas. “Hay registros que hablan de la torpeza de la lengua de Moisés, incluso Demóstenes, uno de los oradores más importantes de la grecia antigua también era tartamudo”. Es decir que es algo estudiado desde hace muchísimos años y que en función de los diferentes momentos históricos se le han encontrado diferentes causas, en algunas épocas más asociadas a los órganos del habla, en otras, como con el psicoanálisis, más centradas en la psiquis. 

“Hoy se habla de causas multifactoriales, al ser algo tan complejo tiene que ver con la mirada que tenga cada paradigma para la psicolingüística la tartamudez no está en el sujeto sino entre el sujeto y el mundo, en el discurso”

Prevención

Es importante hacer prevención informando a las familias que en el período de adquisición del lenguaje surgen disfluencias en el habla de los niños y niñas que son propias de ese momento. Cuando los padres y madres ponen la atención ahí y lo miran como error, estas disfluencias son interpretadas como tartamudez. Obvio que no se puede desconocer que hay factores predisponentes, como la herencia, pero aún habiendo antecedentes es imprescindible trabajar sobre la interacción comunicativa con el entorno”.

La fonoaudióloga sostiene que hay que “deconstruir la lógica de la tartamudez. Si la tartamudez provoca en la persona querer lograr la fluidez, cuanto más la persona quiere controlar el habla más se traba. La tartamudez es todo lo que la persona hace para no tartamudear”.

Por eso se trabaja mucho con las familias, sobre la interacción comunicativa para que no le devuelvan a las niñas y niños una mirada reactiva. “Que le digan hablá despacio, no te apures o que le completan las frases no hace otra cosa que devolverle al niño que hay algo que no está bien”.

– ¿Cuándo hacer una consulta?

– Cuando las familias se preocupan ya significa que se está prestando más atención al habla que a la interacción comunicativa y ahí empieza a perder espacio la espontaneidad y se empieza a poner atención a la forma de hablar. Ese es el momento de ir a hacer una consulta. No esperar. Y respecto de la consulta, es importante que las niñas y niños no se sientan como pacientes porque sino se sienten malhablantes. Y aunque sean pequeños van captando esta idea de que hablan “mal”. Por eso con la familias tratamos de hablar de disfluencias, no de tartamudez, porque los niños están adquiriendo el lenguaje. 

“La conducta más saludable para la persona que tartamudea es darle su tiempo y mirarlo con naturalidad.


No hay comentarios

Añadir más