“Muchos deportistas logran estabilidad y control de la rodilla sin operarse”

La Kinesióloga del Comité Olímpico Argentino, Romina Gonzalez, habla sobre una de las lesiones más comprometedoras para deportistas, la rotura de ligamento cruzado anterior y de la importancia de la readaptación deportiva para la vuelta a la actividad.

Romina Gonzalez - Kinesióloga

Romina González es Licenciada en Kinesiología y Máster en Actividad Física y Salud por la Universidad de La Coruña, además es Docente de Universidad de Gran Rosario, Directora del Centro de Evaluaciones Médico Deportivas de la Provincia de Santa Fe y, como si le faltara trabajo es también Kinesióloga del Comité Olímpico Argentino y del Equipo Argentino de Atletismo.

Ella explica que la lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) “tiene tantos componentes y es tan difícil la vuelta al campo después de esa lesión que a uno lo llama a investigar para ver qué se puede hacer desde la prevención para evitar que ese deportista se lesione y, en caso de que lleguemos tarde, ver cómo hacemos para que vuelva a la actividad con el mismo nivel o mejor que antes”. 

A veces sucede que los deportistas reciben el alta médica pero siguen sintiendo inseguridad en el control de la rodilla y ahí es donde aparece la figura del readaptador deportivo, “un profesional que se encarga de garantizar la vuelta al campo de ese deportista al mismo nivel que el resto de sus compañeros o mejor, si fuera posible”. 

Romina explica que cuando se opera la rotura de LCA “se pone un tendón, en lugar del ligamento roto, que tiene otra estructura y no tiene la misma información que el ligamento original y el proceso de ligamentización de ese tejido, para volver a tener control que necesita, puede tardar hasta 24 meses”. Por eso “el desafío para la cirugía es mejorar su técnica para el control de la rodilla. De hecho hay muchos deportistas que se rompen el LCA, no se operan y pueden tener buen control igual”.

Y en el caso de la cirugía destaca que no se trata sólo reparar lo que se rompió sino de “integrar lo nuevo que se pone con la huella que deja la lesión a nivel del sistema nervioso central”. 

– ¿Cómo se puede prevenir esta lesión?

– El fútbol femenino en cancha de césped sintético generó muchas lesiones de este tipo. El sintético tiene un frenado mucho más violento y ahí es donde se producen las lesiones. La mujer, por cuestiones estructurales óseas y musculares, tiene casi 9 veces más riesgo de lesionarse el ligamento cruzado que el hombre. Por eso es importante trabajar con un kinesiólogo para detectar los factores de riesgo que puedan estar presentes y modificarlos en la técnica de carrera, en el frenado, en el cambio de dirección y en la recepción del salto. Tener una buena biomecánica es lo que evita la exposición del ligamento.

Centro de Evaluaciones Médico Deportivas

Romina González también dirige el Centro de Evaluaciones Médico Deportivas dependiente de la Secretaría de Desarrollo Deportivo de la Provincia de Santa Fe, donde se trabaja con más de 500 deportistas de alta competencia. Allí se les evalúa de manera integral para poder mejorar algunos aspectos que puedan configurar debilidades y para fortalecer puntos que están en buena condición. “Nos juntamos con el entrenador y hacemos una devolución para tenga herramientas para trabajar. El equipo está compuesto por cardiólogos, traumatólogos, nutricionistas y también se trabaja la psicología del deporte, como la relación con el entrenador o los objetivos y la planificación de la carrera y desde cada una de esas profesiones tratamos de brindar el informe más completo posible para colaborar con el desarrollo de ese deportista

 


Romina Gonzalez es Licenciada en Kinesiología y Máster en Actividad Física y Salud por la Universidad de La Coruña, es Docente de Universidad de Gran Rosario, Directora del Centro de Evaluaciones Médicodeportivas de la Provincia de Santa Fe y Kinesióloga del Comité Olímpico Argentino y del Equipo Argentino de Atletismo.


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