Las opiniones llegan de fonoaudiólogas que se encuentran trabajando en el área de cuidado de pacientes críticos, que presentan dificultades neurológicas, que afectan la comunicación y la alimentación, en hospitales y sanatorios. También de quienes desarrollan sus prácticas en efectores de salud pública.
“Desde la atención primaria de la salud hemos sostenido nuestra presencia en los territorios. Frente a la necesidad de cuidar y cuidarnos, nuestro rol se ha modificado asumiendo nuevas funciones en la organización institucional y resignificando nuestras intervenciones. El trabajo con escuelas, centros de convivencia barrial y organizaciones sociales ha sido fundamental para construir una red de sostén y acompañamiento a las familias, habilitando canales de comunicación para abordar situaciones complejas”, detalla Micaela Fagioli.
“El aislamiento social –continúa Fagioli- refleja que el cuidado de las infancias no es una acción que se realice de manera aislada, sino con el compromiso de toda la comunidad. Hay diversas realidades materiales y simbólicas, con modalidades y problemáticas particulares. El desafío ha sido crear y reinventar estrategias para promover el encuentro, el juego y la comunicación, aun cuando el acceso a medios virtuales es limitado”.
La profesional destaca que “esta labor es artesanal, compleja, interdisciplinaria e intersectorial y desborda los límites del consultorio. Por eso, nos invita a pensar al sujeto situado en su contexto social para abrir el espacio a lo singular, a la creatividad y a la autoría de la palabra”.
Espacios educativos
Pensando en los espacios educativos como un encuentro de diversidades en una territorialidad particular, en las infancias que habitan las instituciones educativas, en algunas niñas y algunos niños a quienes esa construcción de conocimientos les es más trabajosa, Marcela Cieri asegura que la fonoaudiología brinda sus aportes para sostener esos aprendizajes: “Acompañamos a niñas, niños y familias a pensar que el hogar no es la escuela, que estamos aprendiendo otro modo de vincularnos para recuperar nuevos valores, sentidos y rutinas”.
Alejandra Santi sostiene que la covid-19 es un acertijo aún para especialistas en bioseguridad y científicos, que los protocolos se van revisando día a día y que estas normas deben ser aplicadas en la atención fonoaudiológica. “En el área de la voz, en este momento, solo podemos pensar en la atención de urgencias, por ejemplo post quirúrgicos y parálisis cordales donde esperar sería iatrogénico. En estos casos, se puede optar por telemedicina o mejor dicho telefonoaudiología”. Sin embargo, -agrega Santi- “la deficiente calidad de los micrófonos y señal de internet no permiten una buena recepción y obstaculizan la excelencia en la calidad de la atención. Para poder evaluar acústicamente, en estos casos, se puede pedir al paciente que grabe sus vocalizaciones con ciertas aplicaciones”.
Abordaje de la audición
Respecto del abordaje de la audición, Natalia Agut destaca la importancia de atender a las necesidades del sujeto que necesita escuchar, pero que además requiere ser escuchado; entendiendo el padecimiento que implica sostener un intercambio comunicativo cuando existe una limitación en la capacidad auditiva. Esta situación se agrava con la utilización de barbijos, que atenúan o distorsionan los sonidos y ocultan las expresiones faciales, afectando la comprensión del lenguaje y la lectura labial. Por eso, propone la utilización máscaras o de barbijos transparentes en todos los casos en que sea posible. “Porque es fundamental –destaca- crear, fortalecer la comunicación efectiva acompañando a los sujetos, sus familias y la comunidad”.
Por otro lado, Lucía Gargallo explica que el abordaje del lenguaje en la adultez tiene como objetivo principal asegurar la participación en sociedad. “Comprendemos –expresa- lo angustiante que puede resultar esta tarea para una persona adulta o mayor, que presenta determinadas dificultades. Por eso, acompañamos a sus familias, afectos y otros/as profesionales intervinientes procurando priorizar la comunicación efectiva de esta población”.
“En este tiempo de aislamiento, nuestras intervenciones se resignifican. Por lo cual, a veces, sostenemos sesiones virtuales y, en otras ocasiones, ofrecemos alternativas de acompañamiento que incluyen juegos (bingo, tutti frutti) y conversaciones que permitan gestar espacios de diálogo y encuentro”, agrega.
Ivana Casarotto sostiene que, en el abordaje actual de las infancias, la intención es afianzar los lazos construidos y pensar estrategias para acompañar el desarrollo de las niñas y los niños. Afirma que “es indispensable sostener los vínculos con las infancias y sus familias, reinventando nuestra clínica para que la comunicación acontezca a pesar de las dificultades visuales, auditivas, motrices, cognitivos y/o subjetivas que nuestros/as pacientes presentan”.
Por su parte, Mariángeles Demaris asegura que la tecnología puede ser de gran ayuda para aquellas personas que cuentan con un lenguaje verbal escaso o ausente. “En nuestra práctica clínica, desarrollamos estrategias vinculadas a la comunicación aumentativa y alternativa para optimizar los intercambios. Pueden ser recursos de baja tecnología (cuadernos de comunicación con fotos o pictogramas, tableros para señalar mensajes, tablas alfabéticas de deletreo) o de alta tecnología (dispositivos con salida de voz, aplicaciones y softwares). La distancia impuesta por el confinamiento nos desafía a situarnos en un nuevo lugar. Las familias ahora son protagonistas siendo fundamental que participen, de manera genuina, en esos intercambios”.
Virginia Digiovanni afirma que las intervenciones virtuales resaltan el valor de la comunicación humana, entendida no solo como palabra que circula entre interlocutores, sino como encuentro o comunión. “En este tiempo he aprendido a rediseñar escenas ficcionales y/o musicales donde cada uno se ubica desde su modo de estar con miradas, gestos, con voz o sin voz, pero compartiendo juntos. Y es, en ese encuentro comunicativo, que la práctica fonoaudiológica continúa siendo ejercida hasta que volvamos a encontrarnos”, señala.
Ahora bien, sabemos que la tecnología es una herramienta valiosa que nos permite comunicarnos, pero debemos pensar cuándo y cómo utilizarla. Desde luego, cada profesional evaluará los alcances posibles atendiendo a sus saberes, sus prácticas cotidianas y la singularidad de cada sujeto a quien se le brinda atención.
El Día de la Fonoaudiología se celebra cada 12 de mayo para recordar la fecha de la creación –en 1948- de la Asociación Argentina de Logopedia, Foniatría y Audiología (Asalfa), primera entidad científica fonoaudiológica del país.
Ciclo de conversatorios
Con la certeza de que la comunicación humana siempre merece ser celebrada, Graduadas/os por el Derecho a la Salud organizó un Ciclo de Conversatorios, que será transmitido, durante mayo, por el canal de YouTube de la Facultad de Ciencias Médicas (UNR).
El primer encuentro de este ciclo es esta tarde, a las 17, y estará a cargo de Gloria Bericiartua y Fernanda Felice, quienes hablarán sobre “Comunicación, juego y literatura en la infancia: intervenciones posibles en tiempos de aislamientos”.
Fuente: Redacción Rosario
No hay comentarios
Añadir más