La pandemia puso en primer plano al sistema de salud y a sus trabajadores y trabajadoras. Al comienzo de la etapa de aislamiento podían escucharse los aplausos nocturnos a los “heroes” que se jugaban la vida por el resto de la población, pero más allá de que ese sentimiento puede seguir vigente la realidad económica es muy otra.
“No es comprensible que el Estado no regule la relación entre lo que se le cobra al afiliado y lo que se le paga al médico” dice Diego Nannini, Presidente de la Sociedad de Cardiología de Rosario (SCR) que históricamente tuvo un rol académico pero que desde la reforma de su estatuto en 2018 puede también asumir funciones gremiales; y agrega que el otro perjudicado es “el afiliado que está obligado a pagar cuando le aumentan sin chistar porque sino queda afuera del sistema”.
De ese descontento es que surgió la idea de hacer una encuesta entre los especialistas del área de influencia de la SCR: unos 400 cardiólogos de Rosario y la zona de influencia sobre un total de 600 que tiene la segunda circunscripción. De ese universo la encuesta anónima fue respondida por 176 personas.
La edad promedio de los encuestados fue de 45 años y el 57.4 % era de sexo masculino.
El 58,2 % tenía más de 10 años de antigüedad en el ejercicio profesional, y 52,3% más de 10 años desde la matriculación como cardiólogo.

Nannini explica que ahora se encuentran en la fase dos del trabajo: recopilar fotos de las liquidaciones del sistema de salud y efectores privados para exponer públicamente y con datos concretos la situación de los profesionales.
Para graficarlo en números explica que las OS y Prepagas abonan “un promedio de $400 por consulta. Si un profesional realiza 200 consultas mensuales eso da $80.000, a eso hay que restarle alquiler, seguro de mala praxis, pago de jubilación y obra social, gastos de traslado, insumos para la atención médica e impuesto a las ganancias. Realmente es cuesta arriba vivir de aranceles tan bajos”. Y como comparación agrega que mientras en otros países una consulta médica ronda los U$S100, en nuestro país estaría entre U$S 3 y U$S 6 (tres y seis dólares).

“La gente debe tomar conciencia de que el sistema sigue funcionando gracias a la buena voluntad de los médicos que aceptan honorarios indignos” dice el Presidente de la SCR.
Una vez que se conozcan con un número suficiente de datos la situación económica de los profesionales se emitirá un arancel ético, aunque reconoce que “no tenemos fuerza de policía. Tenemos intenciones de publicar este arancel y también la lista de Obras Sociales y Prepagas para que la gente se entere de cuánto nos pagan porque una de las cosas más notorias del sistema es que nadie sabe cuánto se le paga a un médico por una consulta”.
Respecto de la agremiación con otras entidades Nannini cuenta que “hay buena predisposición de médicos autoconvocados, no hemos tenido puntos de encuentro aún y no los descartamos. Lo que decidimos en la SCR es empezar a caminar, recolectando información por el momento”.

Esta encuestabes una copia del grupo de médicos AUTOCONVOCADOS. Es raronque jamás se preocuparon por la situación laboral de los médicos y ahora copian encuestas.